crestas de Alicante


                       las crestas son afilas puntas de roca y pasos aereo que tambien compone unos sucesibos picos de cumbres.
Una de las variantes más especificas de la práctica del alpinismo es el recorrido de crestas. Los itinerarios por aristas más o menos entrecortadas que culminan en una cumbre, unen diferentes puntas o simplemente rodean un circo de alta montaña tienen un encanto difícil de resistir. Hemos escogido la descripción de crestas como disciplina autónoma porqué hasta ahora no existe ninguna obra que las reúna específicamente. Pero también porque es una manera de hacer montaña que nos complace especialmente. Supone ir siempre por el filo de una montaña, con grandes horizontes a ambos lados, con una sensación de libertad y grandeza especiales.

En esta disciplina las cualidades de un buen escalador no son suficientes, puesto que no es un terreno de escalada pura. Los seguros son precarios y escasos, las tiradas no tienen continuidad y los pasos de dificultad son aislados. Ciertamente un buen nivel de escalada ayudará, pero por lo general la mayoría de los itinerarios no son especialmente difíciles, y es más útil un buen sentido de montaña, saber progresar por terreno delicado, la intuición e inteligencia para encontrar el itinerario, no siempre evidente. La reseña no es más que una indicación breve del sentido general del recorrido, con los pasos más destacados, pero es importante la autonomía del montañero, el saber moverse por un terreno complicado, dónde hace falta un sexto sentido para leer la roca e interpretar la alta montaña. La magia de las crestas surge de la combinación de todos estos factores.
Por otra parte muchas de las aproximaciones al punto de inicio de la cresta ya son toda una excursión que permite conocer valles o collados a menudo de gran belleza. A continuación se inicia una gimnasia acrobática entre bloques y gendarmes, nunca monótono, que pasa del juego al compromiso en un equilibrio que llena al alpinista.
Al preparar esta guía hemos hecho una selección de las que consideremos mejores crestas del Pirineo. Hemos procurado que no faltara ninguno de los recorridos considerados como clásicos, ya conocidos por todo el mundo, pero que siempre son gratificantes de recordar. Y hemos intentado incluir otros recorridos menos divulgados o claramente desconocidos, que tienen también un alto interés.
Inevitablemente hemos tenido que dejar de lado un gran número de itinerarios interesantes por carencia de espacio. Esperamos, pero, que esta obra haga nacer el deseo de conocer nuevos recorridos, gracias a aquello que intuimos desde una cumbre o a la lectura de un mapa, puesto que en el Pirineo existen muchísimas otras crestas atractivas.
Asimismo estas líneas quieren rendir homenaje a una serie de grandes pirineistas, que con sus ascensiones abrieron el camino de los recorridos de crestas como disciplina peculiar. Entre todos ellos queremos citar especialmente los nombres de Henri Brulle, los hermanos Cadier, Jean Arlaud, Robert Ollivier, Louis Audoubert, Patrice de Bellefon, Lluís Estasen, Ignasi Canals como nombres más conocidos, pero también queremos rendir homenaje a tantos pireneistas anónimos que han marcado una camino que procuramos continuar. Es nuestra voluntad creernos herederos de la tradición de estos pioneros, de su filosofía pirenaica y de su ética.
En esta guía hay una reseña técnica de los recorridos de crestas seleccionados, pero desearíamos que se intuya también una cierta forma de hacer pirineismo. La mayoría de itinerarios exigen largas aproximaciones, que por sí solas ya son auténticas excursiones. Nos permiten recorrer grandes parajes, ascender montañas y disfrutar de valles solitarios. Implícitamente reivindicamos el placer y belleza de estas excursiones y ascensiones, y pensamos que hace falta disfrutar de todas las etapas de unas excursiones, ya maravillosas por sí solas, que, culminadas con una cresta, lo son todavía más. Hace falta una cierta experiencia previa, puesto que en una cresta las eventualidades son continuas. Se ha de estar preparado para buscar el propio itinerario, montar un rápel en una aguja incierta, bajar por canales de final dudoso, descubrir un paso entre bloques aparentemente sin salida. El instinto, la inteligencia y, por encima de todo, la pasión por la montaña son elementos fundamentales. También es necesario un buen entrenamiento, puesto que algunos recorridos incluyen fuertes desniveles y largas etapas de sol a sol.